1. Primeros acercamientos
Mi primer contacto con la música de Klaus Schulze tuvo lugar, posiblemente, hará unos veinte años, gracias a un recopilatorio de música instrumental que llevaba por título “Pianos y Pianistas de la Nueva Era” (2001). Esto no deja de resultar paradójico, máxime si tenemos en consideración que Klaus Schulze no sólo no es pianista, sino que tampoco ha destacado nunca, como él mismo ha reconocido en algún momento, por sus méritos técnicos como teclista. En cualquier caso, ahí quedó aquel singular tema de muy extensa duración (al menos en comparación con el resto de las piezas incluidas en dicho recopilatorio), titulado Gringo Nero, como mi primer recuerdo real de la música de Klaus. Interesante, aunque no lo suficiente, pensaba yo, como para justificar su estatus dentro del ámbito de la música electrónica.