La idea de combinar en un mismo proyecto la música electrónica y el fascinante universo literario del Genio de Providence, Howard, Phillips Lovecraft, era (es) demasiado atractiva como para no aprovecharla, y finalmente este año hemos podido presenciar el debut de Yog-Sothoth, nick artístico del alemán Michael Wilkes.
Nacido en Colonia en el año 1969, Wilkes se aficionó a la electrónica ya en la década de los 70, gracias a grupos y músicos como Space, Jean Michel Jarre o Kraftwerk, si bien, como ha sido el caso en tantos y tantos compositores de música electrónica (como podremos comprobar en este blog), fueron los pioneros de la Berliner Schule (ya se sabe... Klaus Schulze y Tangerine Dream principalmente), los que más llamaron su atención y, muy posiblemente, los responsables de que, un buen día, se animara a crear él su propia música.
Como puede comprobarse en su web, Wilkes es todo un aficionado a los sintetizadores, y su primer trabajo, titulado "Beyond the Horizon", fue en realidad una colaboración con su amigo André Willms, tras el cual abandonó la idea de seguir creando música... hasta que en el año 2009 se puso en contacto con él nada más y nada menos que Axel Stupplich, responsable del proyecto en solitario Axess y uno de los fundadores de Pyramid Peak, uno de los mejores grupos de música electrónica surgidos en los últimos quince años. Fue Axel el que animaría a Michael a retomar su carrera como compositor. Y sus esfuerzos se verían recompensados en marzo del 2012 con el galardón Schallwelle al mejor debut en el Planetario Bochum.
Unos meses después saldría a la venta este álbum, "Prehistoric Dawn", cuyas influencias apuntan más a la electrónica melódica (que no por ello menos rítmica) de Jean Michel Jarre o Moonbooter. El álbum no podría tener un arranque más espectacular. Y es que, con semejante título, "Rise of Cthulhu" (otro guiño a la obra de Lovecraft, por supuesto), las expectativas no podían estar ya, a priori, más altas. Afortunadamente el señor Wilkes no sólo no decepciona, sino que nos brinda uno de los temas más emocionantes del año, de esos que hay que escuchar a un volumen bien alto para zambullirnos de lleno en su arrebatadora vorágine sonora.
Y aunque es difícil mantener el nivel después de semejante maravilla, Wilkes se reserva todavía algunos ases en la manga, como los igualmente magníficos "Dreams of Mystery", "Gates of Ishtar", "Prehistoric Dawn" y su emocinante epílogo, "Twilight Moves". En resumidas cuentas, si os gusta la (adoptando la terminología usada por Moonbooter) "powerful electronic music" de ritmos vibrantes y pegadizas melodías, este álbum es imprescindible.
Valoración del álbum: **** sobre *****
No hay comentarios:
Publicar un comentario